En agradecimiento por unos días históricos junto al Señor

ESCUDO2011peque

Concluidas unas jornadas que quedarán grabadas hondamente en la historia de nuestra corporación, y por las que damos gracias a Dios, la Hermandad del Gran Poder desea hacer patente su público agradecimiento a cuantas personas e instituciones han prestado su colaboración en la organización, tanto de los traslados de nuestro Sagrado Titular hacia y desde la Santa Iglesia Catedral, como de los distintos actos tenidos en ella.

En primer lugar, a nuestro Arzobispo, que quiso regalar a su diócesis estos días de Gracia con la presencia del Señor. Al Cabildo Catedral, en la persona de su Deán y Presidente, D. Teodoro León, y muy especialmente, de su prefecto de liturgia D. Luis Rueda Gómez, quién en todo momento ha querido  que la Catedral fuera estos días la casa del Señor del Gran Poder y de todos sus devotos,  disponiendo lo necesario para ello; y de Dña. Margarita López, como coordinadora de actividades y protocolo, con cuya eficaz colaboración y permanente disponibilidad hemos contado en todo momento, día y noche, como lo ha estado todo el personal que trabaja en la Catedral. También al Delegado Diocesano para HH y CC, D. Marcelino Manzano, siempre atento con la Hermandad y sus necesidades, así como el resto de sacerdotes que han prestado un impagable servicio como confesores y concelebrantes en las muchas Eucaristías oficiadas ante el Señor.

Nuestro agradecimiento también al Ayuntamiento de nuestra ciudad y a nuestro Alcalde, quién desde un principio, a través del Teniente Alcalde Delegado de Fiestas Mayores, D. Juan Carlos Cabrera, ofreció la incondicional ayuda y colaboración de todos los servicios municipales, a pesar de los inconvenientes derivados de los obligados cambios de fecha por la climatología. Agradecimiento extensivo tanto al personal de su Área, como al del Cecop, que encabeza con una profesionalidad y dedicación que van más allá del mero cumplimiento de un cargo su Director, D. Rafael Pérez. Y en general a todos los servicios municipales (Lipasam, Tussam, etc), con especial mención a la Policía Municipal, en quien recayó el mayor esfuerzo derivado de los cambios de fecha aludidos.

Mención especial a la Subdelegación del Gobierno de España, dependiente de Dña. Felisa Panadero, y las distintas unidades del Cuerpo Nacional de Policía, tanto la Brigada de Seguridad Ciudadana como la Unidad de Intervención Policial, con sus respectivos responsables. Así como también al Consejo de Cofradías, siempre a nuestra disposición, y a la Agencia Española de Meteorología, con cuyas predicciones hubimos de contar en todo momento. No podemos olvidar la labor de los medios de comunicación, tanto nacionales como locales, y la de todos sus profesionales, con una cobertura verdaderamente excepcional de estas jornadas, llevando la cercanía del Señor a quienes lo siguen desde la distancia.

La Junta de Gobierno quiere también agradecer a nuestros hermanos su comportamiento ejemplar en el acompañamiento al Señor, y en la celebración de los cultos propios de nuestras Reglas el pasado viernes en la Catedral. Su comprensión ante la necesidad de alterar días y horarios ha sido digna de elogio. Como lo ha sido el recibimiento y las ofrendas de cantos, música y flores hechas por instituciones, hermandades y comunidades religiosas al paso del Señor.

Pero sobre todo, la Hermandad del Gran Poder quiere agradecer a la ciudad, a sus habitantes y también a los visitantes, de nuestra provincia y de fuera de ella, de nuestro país y del extranjero, el extraordinario testimonio de respeto, fe y devoción a Jesús del Gran Poder que se ha manifestado estos días. La razón de ser de nuestras Imágenes Sagradas son sus devotos, a quienes nos debemos como depositarios de este tesoro de la Iglesia que es la religiosidad popular. Por eso, nuestro mayor agradecimiento es a ellos, quienes una vez hecha su entrada el Señor en San Lorenzo, lo despidieron con una sentida ovación de agradecimiento que brotó espontánea de sus corazones, y que oración a oración, beso a beso en Su bendito Talón, son el más bello testimonio del amor de toda una ciudad a su Señor.

Sevilla, siete de noviembre de dos mil dieciséis.

Año de la Misericordia.